domingo, 23 de marzo de 2014

Los pies del fútbol español.


En España se presta una atención especial a los pies de los futbolistas, y por esta razón no es raro que muchos jugadores de Europa y de América Latina acudan a nuestro país en busca de un tratamiento especializado. Y es que en otros países que destacan a nivel futbolístico, como Alemania, Inglaterra o Italia, la especialidad de podología deportiva no se encuentra tan desarrollada como dentro de nuestras fronteras, lo que impide, incluso a grandes jugadores de grandes equipos, encontrar unos medios técnicos y humanos de calidad similar a la que se presta aquí. Junto a otros dos factores como son el diseño de la bota y la superficie de juego, la biomecánica del jugador es un factor de gran relevancia en el deporte del fútbol; todos deben tenerse en cuenta para disfrutar del juego y lograr los mejores resultados posibles. Posiblemente la superficie sobre la que se practica el deporte sea el factor sobre el que tenga menos capacidad de influencia el jugador, pero no sucede así en el caso de los otros dos. Las decisiones relativas al calzado y a la adaptación correcta del mismo a partir del estudio biomecánico de la pisada, requieren una actitud positiva del deportista, quien tiene la posibilidad de influir activamente en estos dos factores con el asesoramiento del podólogo. 
Como profesional sanitario especializado en las patologías y estudio del pie, el podólogo es la persona indicada para efectuar las exploraciones pertinentes y para establecer las indicaciones precisas que permitan la elección y adaptación del calzado. No se deben correr riesgos innecesarios: por salud, y también por rendimiento, el diagnóstico tiene que estar en manos del profesional especializado, y su relevancia no debe menospreciarse cuando se trata de los jugadores de fútbol de todas las edades.

jueves, 13 de marzo de 2014

Podología deportiva al servicio de los pequeños futbolistas


Unas buenas botas de fútbol, como cualquier otro calzado deportivo, deben cumplir satisfactoriamente dos funciones: proteger el pie, y complementarlo potenciando el rendimiento. En el caso de los niños, además de escoger el tipo de bota según el tipo de suelo, es muy importante respetar el normal desarrollo de sus pies, anteponiendo su salud al rendimiento deportivo, y por supuesto, a la estética. Lógicamente, y debido al aumento de talla del pie, será preciso cambiar de calzado más frecuentemente que en el caso de los adultos, pero este detalle no elimina la necesidad de que los niños cuenten con toda la atención que requiere el apropiado desarrollo de sus actividades deportivas. Su constante crecimiento, y los cambios posturales que se generan durante la infancia, aconsejan la realización de un estudio biomecánico de la pisada de los pequeños deportistas. Es el método apropiado para efectuar un correcto diagnóstico con el que descartar posibles problemas, solucionar los que puedan estar presentes, y prevenir la aparición de otros futuros justo cuando la carrera de un deportista está comenzando.

Y tambien es importante no olvidar que el pie va unido al resto del niño, y que su alimentacón y descanso deben ir acorde con su edad, sus medidas y peso, su salud, y sobre todo su estado de ánimo, principalmente en la edad adolescente. El deporte bien realizado es el mejor tratamiento para mantener una mente sana en un cuerpo sano y feliz.

lunes, 3 de marzo de 2014

ACTIVIDAD FÍSICA SIN SOBRECARGA MUSCULAR Podología deportiva aplicada a corredores


En numerosas ocasiones, la ausencia de un adecuado programa de entrenamiento frustra los objetivos del deportista, quien, centrado en alcanzar un determinado rendimiento o marca física, olvida respetar los tiempos de descanso y recuperación que su organismo necesita. Independientemente de cuál sea el deporte practicado, un correcto plan de entrenamiento personalizado, progresivo y controlado, es la clave para evitar la sobrecarga muscular y las complicaciones que conlleva. En el caso de los corredores, es muy importante establecer y cumplir unas rutinas de entrenamiento que, acompañadas o no de otras actividades físicas complementarias, respeten los imprescindibles períodos de reposo que permiten la recuperación del cuerpo. De gran ayuda es la guía que puede ofrecer un experimentado entrenador, así como el asesoramiento que proporcionan los profesionales sanitarios. El pie constituye un elemento sustancial para el corredor, y, el podólogo, como auténtico especialista del pie, es la persona indicada para ofrecer consejo y asistencia.

La prevención, básica en todas las áreas de la medicina al implicar tratamiento antes de que aparezca la lesión, es la que debe conducir al corredor a la consulta del podólogo. Una revisión antes del inicio de la temporada, así como al finalizar la misma, ahorrará preocupaciones y molestias. Muy aconsejable resulta un completo estudio biomecánico que incluya columna, cadera, rodilla, y pie, en descarga y en dinámica, pues será el instrumento del que se valdrá el podólogo para aconsejar o no la utilización de plantillas, que deben ser personalizadas con el fin de corregir y amortiguar adecuadamente. Para no perder sus propiedades, y dado que las plantillas diseñadas para correr estarán normalmente sometidas a un uso intenso, deberán revisarse periódicamente.

No hay que olvidar otros consejos podológicos para correr saludablemente. A la hora de comprar las zapatillas, es preferible que sean de un número mayor al del calzado habitual, pues con el ejercicio los pies se calientan e inflaman. Al correr, deben evitarse las superficies duras, así como el exceso de sudor o de sequedad, siendo una buena opción la utilización calcetines técnicos y medias compresivas que faciliten la circulación de retorno. Los pies agradecerán masajes e hidratación (con urea al 20% o 30%), así como un baño en agua fría durante diez minutos tras el entrenamiento.

Seas velocista, fondista o mediofondista, no debes subestimar las sobrecargas musculares. Es importante acudir al especialista en cuanto aparezcan, sin esperar a que un empeoramiento desencadene el desarrollo de una lesión más grave.