lunes, 3 de marzo de 2014

ACTIVIDAD FÍSICA SIN SOBRECARGA MUSCULAR Podología deportiva aplicada a corredores


En numerosas ocasiones, la ausencia de un adecuado programa de entrenamiento frustra los objetivos del deportista, quien, centrado en alcanzar un determinado rendimiento o marca física, olvida respetar los tiempos de descanso y recuperación que su organismo necesita. Independientemente de cuál sea el deporte practicado, un correcto plan de entrenamiento personalizado, progresivo y controlado, es la clave para evitar la sobrecarga muscular y las complicaciones que conlleva. En el caso de los corredores, es muy importante establecer y cumplir unas rutinas de entrenamiento que, acompañadas o no de otras actividades físicas complementarias, respeten los imprescindibles períodos de reposo que permiten la recuperación del cuerpo. De gran ayuda es la guía que puede ofrecer un experimentado entrenador, así como el asesoramiento que proporcionan los profesionales sanitarios. El pie constituye un elemento sustancial para el corredor, y, el podólogo, como auténtico especialista del pie, es la persona indicada para ofrecer consejo y asistencia.

La prevención, básica en todas las áreas de la medicina al implicar tratamiento antes de que aparezca la lesión, es la que debe conducir al corredor a la consulta del podólogo. Una revisión antes del inicio de la temporada, así como al finalizar la misma, ahorrará preocupaciones y molestias. Muy aconsejable resulta un completo estudio biomecánico que incluya columna, cadera, rodilla, y pie, en descarga y en dinámica, pues será el instrumento del que se valdrá el podólogo para aconsejar o no la utilización de plantillas, que deben ser personalizadas con el fin de corregir y amortiguar adecuadamente. Para no perder sus propiedades, y dado que las plantillas diseñadas para correr estarán normalmente sometidas a un uso intenso, deberán revisarse periódicamente.

No hay que olvidar otros consejos podológicos para correr saludablemente. A la hora de comprar las zapatillas, es preferible que sean de un número mayor al del calzado habitual, pues con el ejercicio los pies se calientan e inflaman. Al correr, deben evitarse las superficies duras, así como el exceso de sudor o de sequedad, siendo una buena opción la utilización calcetines técnicos y medias compresivas que faciliten la circulación de retorno. Los pies agradecerán masajes e hidratación (con urea al 20% o 30%), así como un baño en agua fría durante diez minutos tras el entrenamiento.

Seas velocista, fondista o mediofondista, no debes subestimar las sobrecargas musculares. Es importante acudir al especialista en cuanto aparezcan, sin esperar a que un empeoramiento desencadene el desarrollo de una lesión más grave.

No hay comentarios:

Publicar un comentario