miércoles, 9 de octubre de 2013

Podología femenina


Las distintas fases que se suceden en la vida de las mujeres llevan aparejadas una serie de cambios de diversa índole que se reflejan en los pies. Conocer tales cambios y el origen de los mismos es primordial para poder aplicar unos cuidados podológicos específicos.
Los problemas en los pies aquejan especialmente a las mujeres debido al calzado inadecuado al que frecuentemente se ven sometidos. Cuanto más altos y estrechos son los tacones utilizados, mayor es la sobrecarga experimentada en la parte delantera del pie y peores son las consecuencias para la salud. El cuerpo se ve forzado a una postura en la que sufren tobillos, gemelos, rodillas y caderas, pudiéndose originar también callosidades, juanetes y otras deformidades.
Durante el embarazo, el aumento de peso y de la curvatura lumbar se dejan sentir en las piernas y en los pies, que se ven obligados a realizar un mayor esfuerzo. Los cambios en el eje de gravedad y los cambios hormonales son también la causa de diversas dolencias características de esta etapa, que van aumentando conforme la gestación avanza.
La osteoporosis afecta principalmente a las mujeres a partir de la menopausia, supone una pérdida de masa ósea que aumenta el riesgo de padecer fracturas y da lugar a la torsión, lateralización o aplanamiento de las estructuras óseas, provocando un funcionamiento biomecánico diferente.
A las enfermedades concretas que puedan padecerse, origen de dolencias específicas en los pies, debemos añadir, por no ser menos importantes, los cambios psicológicos que acompañan a la mujer a lo largo de su experiencia vital, pues la actitud con la que se afrontan también tiene su reflejo en la forma de caminar.

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