En ocasiones las lesiones deportivas se originan por la utilización de un calzado no apropiado para el deporte que hemos elegido practicar, pero tales problemas son hoy en día fácilmente evitables. La amplia oferta que puede encontrarse en el mercado, respaldada por una avanzada tecnología, nos permite ir un paso más allá y no quedarnos en un calzado que aporte comodidad, flexibilidad y una suela amoldable al terreno. Correr o caminar, actividades que implican el apoyo del pie en el talón, requieren fundamentalmente el uso de un calzado cómodo.
Para el baloncesto es recomendable utilizar un calzado de base alta pues el jugador necesita firmeza en el pie para lograr estabilidad. En el fútbol se precisan tacos de plástico, goma o aluminio. Para el pádel es importante un calzado que se sujete perfectamente el pie, con buen agarre, y que permita un desplazamiento cómodo por el terreno; al igual que en el tenis, las zapatillas deben contar con una buena cámara de aire para proteger las articulaciones.
Fútbol Sala |
Son muchos y variados los deportes, y la elección debe venir determinada por tres variables: el tipo de ejercicio, las propias características del deportista, y el lugar donde se va a practicar. En una primera aproximación, podría decirse que existen dos tipos de calzado deportivo: el utilizado cuando la actividad requiere movimientos laterales y constantes, y el diseñado para correr. En el primer caso, en el que se combinan la acción y el reposo (fútbol, tenis, baloncesto), el calzado debe tener un excelente soporte para que el pie no se lesione. Cuando se trata de correr, sin embargo, el calzado debe tener una buena capacidad de absorción de impacto, además de suficiente espacio para los dedos del pie y un poco de taco para evitar lesiones en los tendones.
Pádel |
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