martes, 28 de enero de 2014

LOS PIES Y LOS DEPORTES DE INVIERNO


Con la llegada del frío y la nieve tenemos la posibilidad de disfrutar de unos deportes que, como el esquí o el snowboard, implican un sobreesfuerzo en la zona inferior de las extremidades. Una divertida jornada practicando estas actividades o haciendo senderismo por paisajes invernales, puede verse arruinada por sobrecargas, problemas musculares, o por molestas ampollas o simples rozaduras en los pies. Por esta razón conviene tener en cuenta las recomendaciones que brinda el Colegio Oficial de Podólogos de la Comunidad Valenciana, recordando la conveniencia de utilizar calcetines sin costuras marcadas y de materiales que permitan evacuar la humedad manteniendo el calor, e insistiendo en la relevancia del calzado utilizado. 

En general, recuerdan, es importante que el calzado aísle de la humedad, mantenga el calor, y se adapte a la forma de los pies protegiendo el tobillo. Las botas de montaña o zapatillas deportivas para practicar senderismo deben ser impermeables al agua y a la nieve, además de contar con una suela con buen agarre que evite caídas por deslizamientos. En cuanto a las botas de esquí, deben utilizarlas con plantillas aquellas personas que las usen habitualmente para caminar. Las botas no deben dejarse en el maletero del coche por la noche, puesto que esquiar con unas botas frías puede ocasionar lesiones. Una vez puestas, es importante calentar antes de esquiar, para que los músculos no se enfríen, y volverlas a abrochar para ser reajustadas cada cierto tiempo.

Finalizada la actividad, y para estimular la circulación, se recomiendan baños de pies alternando agua fría y agua caliente, a modo de gimnasia vascular. Tras el último baño, que ha de ser con agua fría, deben secarse bien los pies y aplicar crema hidratante específica. Así quedarán descansados y preparados para afrontar una nueva jornada en óptimas condiciones.


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