El tremendo calor que tuvieron que soportar el último fin de semana de enero en Porto Alegre (Brasil), no impidió celebrar el comienzo del torneo de fútbol Gaucho. El encuentro era entre los equipos Gremio y São José, la cita era a las 4 de la tarde sobre un terreno de juego sintético. Y la temperatura del césped artificial ascendió hasta los 68 grados centígrados, como registró un periodista encargado de la retransmisión. Tras diecisiete infernales minutos de juego, el partido que se jugaba en el Estadio Passo D'Areia, tuvo que pararse por primera vez para que los jugadores se hidrataran... y metieran sus pies, con botas incluidas, dentro de palanganas con agua helada. A pesar del calor, en el minuto 34 marcó gol el equipo São José, y el héroe que lo logró tuvo fuerzas para celebrarlo. Al final del partido, ni los suplentes se salvaron de terminar con los pies hinchados y llenos de ampollas, pues todos tuvieron que salir al campo. “Nunca sufrí tanto para jugar al fútbol”, declaraba uno de los jugadores.
No hay comentarios:
Publicar un comentario