jueves, 5 de junio de 2014

MODAS QUE ARRUINAN PIES


La moda, especialmente la destinada a la mujer, no siempre es respetuosa con los hábitos saludables, y en ocasiones roza límites peligrosos. Un ejemplo muy evidente es el relativo al calzado: aunque esté demostrada la relación entre el uso habitual de zapatos de punta estrecha, o de tacones superiores a los 3 centímetros, y la aparición de deformidades óseas a largo plazo, no son pocas las mujeres que anteponen la estética a la salud. Hace unos años, las pasarelas neoyorkinas sorprendían con el lanzamiento de unos zapatos sin tacón que, con unas gruesas plataformas en la parte anterior de la suela, elevaban el pie como si se llevara un tacón de 14 centímetros. Al parecer, sus usuarias salvaban el aparente desequilibrio caminando erguidas y echadas hacia detrás. No es preciso detallar los riesgos de seguir esta tendencia que obliga a adelantar el centro de gravedad del talón a los dedos e impide flexionar el tobillo. Más desconcertante es el entusiasmo creciente con el que muchas mujeres escogen primero el modelo de zapatos y después someten sus pies a la cirugía precisa para poder calzarlos, o rellenan dedos, talones y metatarsos para poder soportar unos tacones altos. Existen otros procedimientos aún más extremos con graves riesgos para la salud; en muchos casos se trata de modas importadas de Estados Unidos que van encontrado su sitio en nuestro país, pero que no deberían en ningún caso acallar el mensaje de los especialistas sobre los beneficios de utilizar calzado cómodo adaptado a nuestra forma del pie y al tipo de pisada. 

No se trata de renunciar a los tacones altos, sino de reservarlos para las ocasiones justas, evitando los molestos dolores de pies con calzado de tacón moderado, anchura adecuada y suela ni muy delgada ni muy dura.


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